Sí, la longitud de un cable USB-C puede afectar las velocidades de carga y transferencia de datos, dependiendo de varios factores. Los cables de mayor calidad con cables más gruesos y un mejor blindaje funcionarán mejor en distancias más largas. Por ejemplo, los cables USB 2.0 tienen una longitud máxima recomendada de 5 metros (16.4 pies), mientras que los cables USB 3.0/3.1 se mantienen mejor a alrededor de 3 metros (9.8 pies). Los cables más largos pueden causar caídas de voltaje que reducen las velocidades de carga, y la degradación de la señal puede afectar las tasas de transferencia de datos.
Para mantener un rendimiento óptimo, es importante usar cables certificados de alta calidad, especialmente para distancias más largas, como el cable CableTime USB 3.2 Gen 2 tipo C a USB Tipo C, que puede entregar hasta 20 Gbps a una longitud máxima de 5 m.